"Pintar es un oficio de viejos, se aprende poco a poco. Tiziano y Goya pintaron sus mejores cuadros a los 80 años. Goya siempre fue un grandísimo pintor, pero si hubiera muerto joven habría sido sólo un pintor genial; el gran Goya empieza después. Claro que, desde esa convicción, uno tiende a pensar que todo lo que he hecho hasta ahora es una mierda y lo bueno está por llegar. Que el proceso de creación de un cuadro sea placentero o doloroso es indiferente. Lo que queda en la memoria es la intensidad del momento. Como el Amor. A veces es placentero, a veces doloroso, pero siempre quieres volver a ese estado. La vida de los pintores son sus obras, y en ese ámbito privado que no se ve hay también muchos fracasos, muchas empresas fallidas. El artista ha de poder permitirse cualquier osadía. Cada cuadro es como un milagro. Siempre hay un momento donde todo parece que se derrumba, ves venir el desatre, y ese vértigo, esa sensación de fracaso asusta, pero al mismo tiempo es necesario para seguir trabajando. La angustia, la curiosidad, la soledad del artista....siempre trabajas con tu propia vida." Miguel Barceló.